Comentario martes 1 de setiembre de 2010.
El proyecto para debatir temas de la inseguridad como las llamadas “salideras bancarias” no se trató en la Cámara de Diputados de la Nación porque no se alcanzó quórum.
¿Cuál fue la razón? Que el oficialismo kirchnerista no bajó al recinto, que sus aliados también se negaron a sentarse en las bancas y que algunos opositores se demoraron en hablar con la prensa, en lugar de sentarse a dar número, y la “picardía” oficialista los madrugó y despachó rápido el asunto.
Asistimos entonces, una vez más, a la pobreza dirigencial con un tema que desvela ciertamente a la gente: todas las clases sociales en la Argentina reclaman soluciones para este tema.
Pero el Gobierno nacional y sus hombres y mujeres en el Parlamento esquivan la discusión de este tema, por el simple hecho de no querer aceptar algún tipo de crítica sobre la cuestión.
¿Cuál es el problema? ¿Recibir críticas o solucionar un gravísimo tema de nuestra sociedad?
La dirigencia política no puede dar la espalda a los que son, los verdaderos temas de la gente.