Comentario lunes 6 de Septiembre de 2010
La situación política del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, no es sencilla.
Aún continúa jaqueado por el caso de las escuchas telefónicas. Y la comisión investigadora creada en la Legislatura, sigue adelante con su tarea, que promete alargarse y complicar el panorama electoral de Macri.
Por otra parte, el conflicto desatado en las escuelas porteñas –más allá de alguna intencionalidad política en las movilizaciones y tomas de algunos establecimientos- demuestra el lamentable panorama que viven las escuelas de la ciudad de Buenos Aires, sin resolución. Aquí, aparecen compartidas las responsabilidades entre las gestiones de Aníbal Ibarra, Jorge Telerman y el actual alcalde.
Pero mientras esto sucede, el jefe de Gobierno está en Europa, junto a su novia, visitando algunas bellas localidades. No estamos diciendo que esté mal que un gobernante deba tener vínculos políticos o económicos con otras ciudades.
Pero que el jefe de Gobierno se ausente durante toda una semana de su lugar y además, con los temas preocupantes que suceden, habla mal de las prioridades de Macri.
Indudablemente, la preocupación parece estar más cercana a su posicionamiento como precandidato presidencial que a una efectiva gestión de su gobierno.
Si ese es el camino elegido, podemos asegurar claramente que algunos políticos necesitan un urgente baño de realidad. Y un poquito más de distancia de sus cómodos asesores de imagen.