martes, 18 de mayo de 2010

LAS COSAS COMO SON N° 134

Finalmente, Mauricio Macri fue procesado por el juez Norberto Oyarbide.
Como era de esperar, el jefe de Gobierno porteño terminó siendo señalado por este Juez de intenso vínculo con el poder, como partícipe de una asociación ilícita para la escucha ilegal de teléfonos.
Sugestivamente, fue también procesado el ex ministro de Educación, Mariano Narodowski, y resultó con “falta de mérito” Guillermo Montenegro, secretario de Seguridad y responsable de la Policía Metropolitana.
¿Por qué tanta tela política para cortar en un fallo de la Justicia cuando lo que debería primar en el mismo, es la ecuanimidad, principal mérito a alcanzar por quien imparte justicia?
Las pésimas acciones de la gestión macrista –indudable responsable del accionar ilegal del Fino Palacios y del espía Ciro James- y la mano gigante y omnipresente del poder kirchnerista sobre los dictados de Oyarbide, transforman esta causa en una pelea política más vinculada con las elecciones presidenciales de 2011 que con la búsqueda real de conocer la verdad.
Mauricio Macri debe saber que se ha equivocado feo al elegir a Palacios y a su aficionado a pinchar teléfonos, Ciro James.
Pero no podemos dejar de ver que los especialistas en estas lides están en el Gobierno nacional, que mira para el costado como haciéndose el distraído, cuando tiene el manejo de los tiempos de gran parte de lo que sucede en los Tribunales argentinos.