Estamos conociendo en el último tiempo revelaciones sobre presuntos casos de corrupción, fundamentalmente sospechas en el vínculo entre las actuales administraciones nacionales de Argentina y Venezuela.
¿Por qué aparece de manera tan clara y profusa en estos momentos tanta información?
¿Por qué jueces que hicieron tanto silencio durante tanto tiempo, ahora reactivan sus causas ávidamente?
Es indiscutible el aporte que hace en esto el periodismo, que no deja de preguntar y preguntar: claro, ése es el trabajo de un periodista.
Pero usted podrá decir: el trabajo de un juez es el de investigar y juzgar.
Pero estamos tan acostumbrados a los jueces que se protegen de la sombra del poder, que ver ahora tanto movimiento, repentino e inesperado, nos lleva a la conclusión de que se huele movimiento, presunción de tiempos distintos y posicionamiento ante un nuevo tiempo, donde algún calor oficial no abriga tanto como otrora.
La Justicia debe hacer su trabajo, sin analizar tiempos ni conveniencias.
Como la tarea del periodismo debe ser la de preguntar y ser crítico, como lógica de construcción.
Esperemos que quienes imparten justicia, obren de manera desinteresada y urgente.
La democracia no puede permitirse que no sea así.