jueves, 31 de julio de 2014

La Ciudad de Buenos Aires ha cambiado en los últimos años.

Ha desalentado el uso del automóvil y alentado al peatón.

El casco céntrico ha recobrado brillo y alejado el smog y el ruido de zonas históricas: faltan aún algunas en zonas como San Telmo.

Pero ante la inminencia de las elecciones surge una inquietud: está mal que los que quieran suceder a la actual gestión defiendan lo bien hecho?

En absoluto, es necesario. Eso hablaría de la generosidad de los opositores al gobierno de Mauricio Macri y del crecimiento democrático de la clase política.

Uno podrá elegir a quien le plazca para gobernar a partir de 2015 pero sería bueno que no se dejara de lado lo nuevo y bueno, como la experiencia Metrobus.

Por una ciudad que sea de sus habitantes, lejos de las mezquindades y el oportunismo político.


Pablo de León

@pablodeleon1