lunes, 30 de junio de 2014


Se viene un proceso electoral en breve. En 2015 se elegirán Presidente y además, Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

Para quienes vivimos en la Ciudad, una preocupación nos aqueja: que la elección no frene la gestión.

Porque debemos acostumbrarnos a que los procesos electorales no detengan las obras, las políticas y las realizaciones.

Los ministros y demás funcionarios deben seguir activos en sus roles, pues se necesita que todo funcione mejor: hospitales, transportes, CGP, limpieza, etc.

Que cada ciudadano elija de la manera que mejor crea. Pero que los que gestionan -por más que vayan como candidatos, se preocupen por el rol para el que se los eligió.

¿O pueden creer que los ciudadanos no tomarán nota de los nombres de funcionarios que dejan de cumplir su tarea?

Las elecciones son saludables en una aún frágil democracia como la de Argentina.
Que el voto sepa premiar y castigar.

Pablo de León

@pablodeleon1