1.- El coro Kennedy
Los niños del coro kennedy van a donde los llamen, son muchos, y además de uniforme, tienen vocación de boy scout. Según fuentes cercanas al coro, el canto seria una fachada, y en realidad se trataría de una fuerza de niños entrenados para matar a la primer orden del director.
En caso de intento de robo, podrían cantar una de sus tediosas canciones, adormeciendo a los delincuentes para su posterior captura. La música amanza a las fieras.
2.- El sobrante de guardaespaldas de Ricky Fort.
¿Cuántos guardaespaldas tiene la reserva de Fort? Un montón. Son grandotes, intimidan y también están uniformados. Además, son expertos en reservar el derecho de admisión y permanencia.
Si hay que dar seguridad en un hospital, los guardaespaldas de Ricky son los indicados. Con tanta operación que el chocolatero tiene encima, a los “gatos” les sobra experiencia en hacer guardia en la puerta de un quirófano.
3.- Sindicalistas y barrabravas.
A diferencia de los anteriores, estos tienen vía libre para vestirse como quieran, pero están armados, y si hay que disparar, tirar piedras o ir al frente, no van a dudar ni un instante.
Saben muy bien cómo actuar cuando la federal no está y si se ponen de acuerdo, son dinamita.
4.- Capitan Menganno, el superhéroe de Crónica TV.
Menganno es un señor común que un día se le ocurrió disfrazarse ridículamente con una capa, un casco de bicicleta y varias bolsas de residuos. Aunque nunca resolvió un caso, se hizo famoso a traves de cronica tv.
Dice ser un superhéroe que lucha contra la inseguridad, pero en la práctica su súper poder es tener el 911 en el discado rápido del celular.
El único problema, es que vive en Aldo Bonzi y está tan ocupado combatiendo el crimen del conurbano que difícilmente tenga tiempo de proteger escuelas y hospitales porteños.
5.- Las “nenas” de Sandro
En más de una oportunidad demostraron que pueden ser una fuerza incontenible que le hace frente a lo que venga y soporta hasta las inclemencias del tiempo. Ellas sí que son muchas, y tienen experiencia –se calcula que juntas suman más de 5 mil años.
A fuerza de bombachazos, posters y osos de peluche podrían cuidar las escuelas porteñas, y difundir la palabra del ídolo a las nuevas generaciones.
por @peyizambrano
