Comentario lunes 29 de Noviembre de 2010
No comprendo por qué algunos analistas políticos evalúan la posibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner no se presente como candidata a su reelección el año próximo.
Quienes hacen política viven inmersos en ella las 24 horas y su ambición siempre fuga hacia adelante.
Hay dos extrañas excepciones: Carlos Reutemann, quien nunca se sabe y comprende qué piensa, qué quiere y qué desea. Y Mauricio Macri, quien siempre busca excepciones a sus tareas y ahora, que se muestra enamorado y en luna de miel, sigue sumando días a sus habituales y abundantes licencias de vacaciones y descanso.
La Presidenta irá por un nuevo mandato, a pesar de su profundo dolor y de estar embargada por la desaparición de su marido, referente e inspirador político.
Pero ¿cómo concebir a ella, ocupada de otros menesteres que no sean continuar lo que sin duda iba a llevar adelante su esposo? ¿Alguien puede acaso, imaginar a Cristina, alejada del ropaje del poder por decisión propia?
Lo que sí han dejado trascender otros actores del poder en Argentina, más concretamente del propio partido oficialista, es que si los números de las encuestas –que hoy acompañan de modo contundente a la Presidenta- no fueran de tal modo en marzo o abril, la decisión de decidir la fórmula presidencial tendrá que salir de la voluntad de varios y no sólo, del núcleo híper reducido con el que se maneja la actual mandataria argentina.
