lunes, 27 de septiembre de 2010

LAS COSAS COMO SON Nº 151

Comentario lunes 27 de Septiembre de 2010




No nos debe asustar ni preocupar que en democracia se debata fuerte sobre los temas que ocupan a la clase política.

Es más, a veces es necesaria la discusión de algunos asuntos, como la falta de seguridad, y que sea abordada con mayor frecuencia y desde ya, con mucha más seriedad y argumentaciones.

Ahora, la virulencia y el “todo o nada” que se plantea respecto de algunas cuestiones nos lleva a reflexionar que no se puede estar siempre en “pie de guerra”. Y esto lo señalo en virtud del furibundo ataque que el Poder Ejecutivo lleva adelante contra los otros poderes, el Judicial y el Parlamento.

Se suma como ingrediente la participación sin descanso del ex presidente Néstor Kirchner quien hoy volvió sobre la Corte, le pidió que sea “independiente” y recordó que fue él quien sacó a la Corte “menemista”.

Esto va en sintonía con el secretario Legal de la Presidencia, Carlos Zannini, quien manifestó el arrepentimiento oficial por haber gestado una corte, precisamente “independiente”.

Entonces, sí resulta preocupante que los ocupantes transitorios del Poder Ejecutivo estén constantemente “embistiendo” contra los otros poderes, de los que pueden o no gustarnos sus decisiones pero que están legítimamente elegidos y se necesita que funcionen y produzcan.

En el caso de la Corte Suprema de Justicia, molestan notablemente sus fallos y son rechazados. Y para peor, desobedecidos.

Y en el caso del Congreso, como confesó en una reunión de militancia y funcionariado kirchnerista el jefe de los senadores K Miguel Pichetto, hacer que no salga una sola ley que no sea querido por el oficialismo.

Esto es pobreza institucional, no los discursos llenos de conveniencia momentánea de la pareja presidencial.

El país necesita cambios y acciones sin duda. Pero todas basadas en el respeto y en el crecimiento de la calidad institucional.

Lamentablemente, estamos transitando bastante lejos de esos necesarios caminos.