Las noticias que ocupan lugar central en estos días en la Argentina, no han permitido dar la necesaria importancia a un fallo judicial que vale la pena destacar y resaltar: el juez Federal Ariel Lijo procesó al ex presidente Carlos Menem por encubrimiento en el atentado a la AMIA.
Esto significa que a la Justicia no le quedan dudas de que el entonces presidente de nuestro país e importantes funcionarios suyos, encubrieron y produjeron irregularidades en la investigación de un atentado que causó 85 muertos en julio de 1994.
Entre los procesados, se encuentran entre otros, el entonces jefe de la SIDE, Hugo Anzorreguy, el Juez que instruyó en primera instancia esa causa –Juan José Galeano- y el comisario mayor retirado Jorge Palacios, quien fuera elegido hace poco por Mauricio Macri para conducir la Policía Metropolitana.
Tal vez con un poco de demora pero sí de modo concluyente, la Justicia procesó a Menem y demás funcionarios de los ´90, por delitos como encubrimiento, abuso de autoridad, falsedad ideológica y prevaricaro -que pueden llegar a representar penas de hasta 24 años de prisión- por encubrir la llamada “pista siria”.
En tiempos en los que reclamamos a los funcionarios y gobernantes que se dediquen a lo importante, este fallo representa un poco de brisa fresca para el conjunto de los argentinos, ávidos de justicia y equidad.