La Presidenta de la Nación anunció la puesta en marcha de una asignación de 180 pesos por hijo para desocupados y trabajadores en negro.
Lo hizo mediante el dictado de un decreto de necesidad y urgencia, con el objetivo de atacar de modo urgente los alcances de la extrema pobreza en nuestro país.
Este beneficio alcanzará a millones de habitantes del suelo argentino y encara el principal y prioritario problema de nuestro país: la pobreza.
El presente anuncio nos obliga a marcar algunos puntos:
- la asignación por hijo era una medida ya imposible de soslayar y la administración de Cristina Fernández de Kirchner la lleva a cabo
- el Gobierno le quita la principal bandera a la oposición
- es discutible que no sea una asignación universal para todos los hijos argentinos: aquí se habla de hasta 5 hijos por grupo familiar, de desocupados o trabajadores informales
- sigue estando la duda presente si esto fomenta el clientelismo y el trabajo de los grupos piqueteros afines
Por eso, hay que señalar dos cosas:
- es un logro de este Gobierno, que responde y ataca el más grave flagelo de la Argentina
- debería ser el Parlamento el lugar para definir su instrumentación final
- y que allí pudiese ser debatido, era una oportunidad increíble para llegar a una resolución, producto de diferentes iniciativas como hoy cuentan diferentes bancadas y fuerzas políticas
Porque un tema como el Hambre, no puede admitir mezquindades ni de Gobierno ni de Oposición.
Sino que requiere respuestas cotidianas, efectivas y transparentes.
Pablo de León
