Cada vez se hace más complicado acceder a Buenos Aires desde los distintos accesos del Conourbano. No me refiero, en este caso, a la pérdida de tiempo que implica la circulación de gran cantidad de autos, sino a la pérdida de dinero debido a los elevados precios del peaje.
Los que vienen del Oeste son quienes más pagan. En octubre del año pasado, cuando se dispuso el aumento en las autopistas porteñas, quien venia de la zona de Lujan en hora pico pagaba por mes $296 en peajes. Luego de ese aumento, La Nación dispuso otra suba para ese acceso, con lo cual el gasto por mes para un conductor ascendió a $432. Equivale a 21, 60 por día.
Siendo así de caro, el acceso Oeste es uno de los más usados. De alguna manera, porque no hay muchas alternativas. La gente se queja de la falta de colectivos y de las fallas habituales en el tren Sarmiento.
El segundo acceso más caro es el acceso Norte. La combinación Panamericana-Autopista Illia cuesta unos $12 por día. Si bien este acceso es el que más aumentó con el último aumento tarifario, quienes vienen desde el norte tienen algunas ventajas. La autopista Illia es la más barata de todas y además los conductores tienen la posibilidad de tomar las avenidas libertador o cabildo como segunda opción.
Estos aumentos que encarecieron el ingreso a Capital por los accesos Norte y Oeste, entraron en vigencia el 1° de enero. Según la Nación, tuvieron dos justificaciones: desalentar el ingreso de autos a la Ciudad y financiar el ensanche de la General Paz. Sin embargo, se ven cada vez más autos circulando y los peajes siguen aumentando. Lo que no se ven son soluciones.
Cecilia Crea