Cuando se esperaba una nueva e improductiva protesta del Campo, la Mesa de Enlace sorprendió a propios y extraños anunciando que tomaban en cuenta las palabras de la Presidenta y postergaban las medidas de fuerza.
Más tarde, el Ministro del Interior Florencio Randazzo, elogió la actitud y presagió un pronto encuentro entre ruralistas y Gobierno.
Las duras imágenes de Tartagal contribuyeron a apaciguar algunos ánimos, como si hiciera falta que la televisión nos ilustrara e informara sobre cómo viven cientos de miles de argentinos, sumidos en la pobreza, sin luz ni gas.
Igualmente, las posibilidades de solución del conflicto agropecuario se ven aún lejanas pero el único camino posible y razonable es el diálogo y el encuentro.
También observamos esta semana, el encuentro en los sectores de la oposición: Mauricio Macri, Solá y De Narváez se sentaron y afirmaron que quieren ir juntos en las elecciones de 2009 y 2011.
Y Margarita Stolbizer se juntó con sus ex correligionarios bonaerenses, para comenzar a alumbrar otra opción para la ciudadanía en Octubre, donde el Kirchnerismo pondrá muchas cosas en juego.
Pedir una actitud madura, seria y dialoguista en momentos de crisis resulta lo lógico. Aunque la mezquindad no parece privilegio exclusivo de los argentinos; basta ver las dificultades que encuentra Barack Obama para avanzar con su plan económico, ya mal leído por las bolsas y mercados del mundo.
Nuestro país necesita de acuerdos. El Gobierno tiene la mayor responsabilidad en esto, pues ha sido elegido para administrar la Nación.
Una nueva oportunidad existe hoy para solucionar el profundo problema del Campo, acuciado por la sequía y el castigo político.
¿No es momento de quitarse un problema de encima y resolver esto con inteligencia, humildad y vocación por el diálogo?
Pablo de León