Las bicisendas han sido un logro de este gobierno porteño.
Por eso, hay que elogiar la campaña para instalarla en el imaginario de la Ciudad. Pero falta mucho y es, fundamentalmente, responsabilidad de los vecinos que habitamos Buenos Aires.
Cuando caminamos, nos olvidamos de las bicisendas: cruzamos en cualquier lado, no miramos si viene alguien manejando y estacionamos el auto sobre ellas.
Es importante que el Estado genere campañas al respecto. Y también, que se pongan semàforos para cuando uno va en bici en dirección contraria a la de los automóviles.
Pero volvemos a encontrar que somos responsables del lugar que habitamos: con la basura, las bicisendas, la caca de los perros y la contaminación visual y ambiental.
La ciudadanía no la debemos ejercer nada más que cuando hay elecciones. Debe suceder también, en cada día de nuestras vidas.
Pablo de León