lunes, 30 de enero de 2012


La instalación de 150 semáforos para ciegos es una excelente noticia: alta tecnología para una ciudad que merece contar con un estándar de excelente nivel.
Esas ideas deben crecer y multiplicarse. Pero tampoco por eso, hay que descuidar hechos –o problemas- mucho más cotidianos.

Por ejemplo, los baches.

Pocos días atrás, el ministro Diego Santilli me contaba que las empresas que arreglan el asfalto suelen no trabajar en esa tarea en los meses de nuestro verano, de acuerdo a una costumbre que no es de este país.

Algo absurdo que, según el ministro porteño, ha logrado modificar.

Resulta lógico que en los meses de verano –cuando muchos descansan y suelen partir de la Ciudad de Buenos Aires- las calles y avenidas puedan ser reparadas y así, causar menos problemas con el tránsito.

Una ciudad importante, cosmopolita y cultural debe ser vivible y también, debe atraer y cuidar al turismo.

El ejemplo de los baches alcanza a las veredas y a las plazas, para que nuestra ciudad luzca como la merecemos vivir los porteños.

Pablo de León
@pablodeleon1