La instalación de
150 semáforos para ciegos es una excelente noticia: alta tecnología para una
ciudad que merece contar con un estándar de excelente nivel.
Esas ideas deben crecer y multiplicarse. Pero tampoco por eso,
hay que descuidar hechos –o problemas- mucho más cotidianos.
Por ejemplo, los baches.
Pocos días atrás, el ministro Diego Santilli me contaba que las empresas que
arreglan el asfalto suelen no trabajar en esa tarea en los meses de nuestro
verano, de acuerdo a una costumbre que no es de este país.
Algo absurdo que, según el ministro porteño, ha logrado
modificar.
Resulta lógico que en los meses de verano –cuando muchos
descansan y suelen partir de la Ciudad de Buenos Aires- las calles y avenidas
puedan ser reparadas y así, causar menos problemas con el tránsito.
Una ciudad importante, cosmopolita y cultural debe ser vivible
y también, debe atraer y cuidar al turismo.
El ejemplo de los baches alcanza a las veredas y a las plazas,
para que nuestra ciudad luzca como la merecemos vivir los porteños.
Pablo de León
@pablodeleon1