viernes, 11 de septiembre de 2009

LAS COSAS COMO SON Nº 101

El debate por la Ley de Servicios Audiovisuales ha comenzado y su paso por el Congreso no ha sido sereno, como indudablemente imaginábamos.

Reconocimos aquí en LAS COSAS COMO SON la necesidad imperiosa de reemplazar a la vigente Ley de Radiodifusión, que lleva la firma de Jorge Rafael Videla.

Y sin duda, las cabezas de este Gobierno tenían clara la profundidad del impacto que iba a causar su proyecto, al denominar ellos mismos a esta discusión “la madre de todas las batallas”.

Dijimos que este Congreso debía iniciar sin dilaciones el debate, pero de ninguna manera esto debía significar un tratamiento express. Tan express y urgente ha resultado, que han intentado hasta conseguir el apoyo del, hasta hace poco, “innombrable” Carlos Saúl Menem.

Las audiencias sucedidas en el Congreso de la Nación no han servido de prácticamente nada: 400 inscriptos, para hablar y que nadie escuche ni tome en cuenta sus aportes, lo único que han logrado es enturbiar un texto original de la ley, que tiene aspectos muy valorables y que resultan el mayor aporte hecho desde 1983 para cambiar el escenario de la radiodifusión en la Argentina.

Por último, el inédito y patético operativo de la AFIP con 200 inspectores en el propio diario Clarín y otras empresas del grupo, hacen notar que la calma no es la principal cualidad del actual Gobierno en estos momentos.

La necesidad de cambiar y contar con una nueva y moderna ley es una deuda de la democracia y fundamentalmente de su clase dirigente. Pero el marco para llevarla adelante debe ser el de la discusión, debate, con serenidad y sin plazos desesperados ni acciones que hagan temer por el libre ejercicio de la libertad de expresión.

Pablo de León