El Partido intentará cambiar el nombre de los bloques en el
Congreso, pensando en su supervivencia. Más alejamientos en Diputados y la
discusión sobre el futuro, el rol de Massa y Randazzo.
“Estamos reaccionando por supervivencia, el caso López actuó
como un gas paralizante sobre el peronismo”, analiza un dirigente peronista que
recorre el país para hablar con “los compañeros”.
Esas conversaciones de varios dirigentes históricos del
partido que perdió las elecciones presidenciales ante Mauricio Macri hoy
afronta el desafío de sobrevivir a los bolsos madrugadores de José López. Uno
de los primeros hechos que se vivirán tras el “terremoto” -como lo definió el
titular del PJ, José Gioja- es la renovación en los bloques y el adiós al
nombre de Frente para la Victoria.
Ahora tomarán el rótulo de “Bloque Justicialista” y podría
suceder esta misma semana, en medio del éxodo de los legisladores nacionales de
Tucumán y Entre Ríos, entre otros. Esa decisión será además un modo de
“ofenderlos a los pibes y de una vez, sacártelos de encima” como postula un
pejotista que no quiere tener que lidiar más con los dirigentes de La Cámpora.
“Hablando en castellano, es plata o mierda”, se sincera un
ex diputado que cree que seguirán más definiciones sobre el final del
kirchnerismo, en la línea que ya ensayaron los tucumanos José Alperovich y Juan
Manzur.
Los peronistas del Senado señalan como un cambio sin retorno
el voto a los dos miembros de la Corte Suprema de Justicia elegidos por
Mauricio Macri. “Cuando Cristina los citó al Instituto Patria fueron 22
senadores. Las firmas para el proyecto de ampliación de la Corte fueron 16 y
ahora, no llegaron a 10 los votos en contra de Rosatti y Rosenkrantz”, cuenta
un poderoso senador quien ve en esa progresión el final de cualquier sedición
contra la conducción de Miguel Ángel Pichetto-
Otro suceso que viene en el Partido Justicialista es la
separación del afiliado José López. El Consejo Nacional, que se reunirá la
semana próxima, lo mandará a la junta de disciplina y lo echará del partido.
Fuera de lo formal, el peronismo seguirá discutiendo su
futuro inmediato, donde las elecciones parlamentarias del año próximo pueden
significar su resurrección o una nueva derrota, con final imprevisible.
Algunos ven que el futuro reside en un acuerdo entre Sergio
Massa y Florencio Randazzo. Quienes quieren el retorno del tigrense envían un
mensaje al líder del Frente Renovador: “Si no vuelve con nosotros, va a sacar
20 puntos de acá hasta el final de los días”, poniéndolo en un lugar de tercero
en discordia entre el PJ y el macrismo.
También allí, hay mensajes para Randazzo: “El Flaco puede
salir tercero si no arregla con Sergio. Con Macri y Vidal, haciendo campaña
juntos, sacan 30 puntos en la provincia de Buenos Aires y estamos fritos”, es
el mensaje con destino a La Plata, donde vive el ex ministro del Interior.
Pero, por el momento, Massa no acusa recibo al llamado
pejotista. A la salida de la jura dela bandera, a la que asistió este miércoles
en Tigre, un aliado lo escuchó decir: “Nos comimos el desierto., le pusimos el
freno a la reelección eterna de Cristina ¿y ahora, vienen a buscarme cuando
entraron en quiebra?”.
Mientras tanto, el grupo de intendentes bonaerenses que se
denomina a sí mismo como “peronismo territorial”, ya trabaja en la búsqueda de
un nombre alternativo al de FpV y hurgan, incluso, entre los nombres que
Eduardo Duhalde supo usar para presentarse con el peronismo. Los intendentes,
entre los que se destacan Martín Insaurralde, Juan Zabaleta y Gabriel Katopodis,
reciben llamados de kirchenristas y filokirchneristas que buscan un nuevo lugar
bajo el sol. Allí están atentos también a los gestos que ensayan el camporista
Eduardo “Wado” De Pedro y los alcaldes de San Antonio de Areco, Francisco
Durañona, y de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
Cerca de Daniel Scioli, vice del PJ, piensan en una mesa del
peronismo con todos los sectores: Randazzo, el matancero Fernando Espinoza,
Julián Domínguez (hoy más cerca de ser diputado que de la AGN), los
intendentes, los gremios y el Movimiento Evita de “Chino” Navarro: todos en una
misma mesa salvo el vecino tigrense Massa.
En medio de esa discusión, un peronista tradicional elige
una frase de Juan Domingo Perón: “El General decía que la doctrina es lo
permanente (la justicia social, la independencia económica y la soberanía
política) y la ideología, es la montura para cabalgar cada época”. Y abunda:
“El Frente para la Victoria es la peor montura para este tiempo”.
Y al sostener que el caso López “pone en crisis las cosas
que se han hecho bien”, se allana: “Si no reaccionamos, el año que viene nos
gana Myriam Bregman”, con obvio desdén por las chances electorales del PTS, un
partido con una estructura un tanto diferente que el histórico PJ.